EL
TRAFICO MANILENSe
Si en el futuro tuviese que personificar en algo
material el caos, sin duda, elegiría el transporte en Manila. Esta ciudad que
alberga a más de 11 millones de habitantes, ha crecido de una forma anárquica,
sin ningún trazado urbanístico. Si ha ello le añadimos que hay una ausencia de
respecto al código de circulación y que esta ciudad no cuenta con ninguna
infraestructura para desarrollar el trasporte público, podéis comprender que
puedas gastar 2 horas para hacer un recorrido de 10 kilómetros.
Aquí el trasporte es muy complejo, debemos de
eliminar nuestra concepción occidental y concebir otra cultura donde el movimiento
para tomar sus jeepneys, autobuses, taxis y tricycle, se conjuga con la más
absoluta parsimonia para coger su metro.
El
Metro de Manila cuenta con escasas líneas
(solo tres). Para tomarlo en hora punta (8-9 de la mañana y 5-7 de la tarde),
puedes hacer una cola de 30 minuto sólo para poder divisar el anden. Ya
montarte en el metro es una odisea si esta en una estación intermedia, porque recuerda a la clásica imagen que tenemos del
metro de TOKIO. Eso sí, lo bueno del metro que es un trasporte bastante
ecónomico, el trayecto sólo cuesta unos 30 centimos de euro (12-15 pesos)
El
Bus son
numerosas líneas y compañía las que recorren Manila. Puedes moverte de un punto
a otro. Los autobuses destaca por su colorido (todos tiene las típicas cortinitas
que bien podría recordarnos a los tiempos de Paco Martínez Soria), por poner el
aire acondicionado a toda pastilla y por haber una TV que a todo volumen
distrae a los viajente. El precio de un
trayecto largo puede ser de unos 50 centimos de euro. (16 pesos)
El
Taxi, hay millones
en la ciudad. Es el transporte más exclusivo de la ciudad. Sin embargo, una
carrera de 1 hora puede costar en torno a 7 euros. Ojo aquellos que vengáis a
Manila de visita, no paguéis desde el aeropuerto por una carrera más de 700
pesos (y ya estoy diciendo precio guiri). Y siempre decirle al taxista que
ponga el cuenta kilómetros, que muchos son espabilados y dicen que lo tiene
roto para sangrarte. Lo bueno del taxi,
es que aquí puede montarse más de 4 personas en un vehículo, el otro día
hicimos un viaje donde nos metimos 7 personas en el taxi. 
El
Jeepney es sin duda el medio más típico de manila. Destaca
por su colorido. Son una especie de camionetas, que a veces me llega a recordar
los típicos camiones que iban recogiendo a la gente para ir a las faenas del
campo. De hecho, uno puede encontrar un jeepney que toma a mitad del camino
(uno sabe donde va porque tiene letreros informativos). Te haces un hueco en la
camioneta, y sin media palabra, entregas los 8 pesos que vale el viaje (16
centimos de Euro) al compañero que tienes al lado, y en forma de hilera se lo
hace llegar al conducto. Cuando quieres bajarte del Jeepney solo basta un
simple “PARA” (igual que en castellano)
El Tricycle otro trasporte característico, muy económico
también, que la gente lo suelo utilizar para moverse dentro de su barrio. El
precio por persona es entorno a 20 céntimo de euro, pero a medidas que
incrementas los viajantes el precio por persona se reduce.
Estos vehículos son el medio imprescindible para
moverte en la ciudad, porque ir andando de un lado a otro es una temeridad. Las
aceras casi ni existe, y las que hay a veces se convierte en un carril más en
hora punta. A pesar de ello, la familiaridad y el colorido que otorga la
disparidad de trasportes filipinos hace digno su visita. Aunque , como buen
amante del caminar, a decir verdad, echo de menos en mi vida diaria, esos
paseos tranquilos de las calles andaluzas.

Fotos: Gentiliza del google imagenes
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