MANILA INTRAMUROS Y EL DESGRACIADO PATRIMONIO HISPÁNICO
Desafortunadamente, la
foto que da hoy apertura en este blog podría sintetizar el actual estado de la
monumental Manila hispánica. Pues las murallas que guarneció durante más de
tres siglos al epicentro del poder español en el Pacífico han observado de
forma impotente el expolio de las naciones que en el siglo XX quisieron
integrar las Filipinas en el seno de su poder. De esta manera, tanto los
japoneses y los estadounidenses se olvidaron del valor patrimonial de esta
ciudad, para destruir a su antojo la antigua ciudad hispánica, desvalorizando
la riqueza artística de este terreno, y posibilitando que el perímetro exterior
de las murallas se hallas convertidas en la actualidad en un club del golf.
Manila tras la II Guerra Mundial, Medical Dept., U.S. Army: Surgery in World War II: Activities of Surgical Consultants, Vol. II, Office of the Surgeon general, Dept. of the Army, Washington, D.C., 1964 |
Como historiador, me
parece una total aberración que la cultura del capitalismo yanqui haya permitido desde comienzos del siglo XX establecer a este club de golf en el perímetro
de la zona de intramuros, adueñándose de gran parte del patrimonio que esconde
la riqueza universal de las manifestaciones artísticas. Sin embargo, no ha extrañarnos
que el gobierno estadounidense en Filipinas (1898-1946) haya permitido el
asentamiento, pues el respecto por el pasado hispánico brillo por su ausencia.
Así se manifiesta, que los estadounidenses no lo importasen bombardea la ciudad
de Manila en la II Guerra Mundial (al caer la ciudad de Manila en manos del
Imperio Japonés en Enero 1842, contribuyendo los tres años que dominaron la
ciudad a expoliarla también). Además, tras la entrada de los soldados
americanos no le importarse seguir destruyendo gran parte del patrimonio, pues,
según algunas fuentes, quisieron construir en la antigua ciudad hispánica un
gran centro comercial.
Iglesia de San Agustin (1607). Declarada patrimonio de la Humanidad,. Su historia es la historia de la resistencia, porque ha sobrevivido a los terremotos y saqueos. |