Son las 2:30 de la mañana en casi vacío aeropuerto de Málaga. El silencio interrumpido por las advertencias mecánica de la megafonía te invita a reflexionar y a darte cuenta que ya no hay vuelta atrás para iniciar tu viaje con destino a las Antípodas.
Observando tu maleta que anda casi a punto de explotar, por compiliar en ella los 20 kg de los que no has de pasar para volar, invade un doble sentimiento.
Por un lado percibes el miedo. Ese miedo a lo desconocido, al futuro incierto. Un miedo que te invita a abortar tu misión y a quedarte en esta tierra andaluza. Pues tu ser desea sentir el cobijo y la zozobra de tus amigos y familiares. Quieres disfrutar del calor del estilo de vida jovial y alegre del Sur. Un tierra llena de buenas virtudes que te hacen preguntarte que con lo agustito que se a esta aquí para que irnos a otro lado.
Sin embargo, también siente el lado rebelde de tu ser, que te invita a no conformarte con la rutina. Al que le encanta embarcarse en nuevas aventuras y explorar tu "Ego".
Aunque parezca paradójico, las señas de cariño y afecto que sientes en las vísperas de tu viaje, hacen que el sentimiento aventurero se imponga. Pues te das cuenta del aprecio casi perpetuo de tu “pequeña” gran familia. Un aprecio que se manifiesta en pequeños detalles, pero de un gran poder.
Es tal dicho poder que de alguna manera hace que te sientas protegido. De este modo sabes que el sabor del sur lo vas a sentir en la distancia. Ante esta seguridad parece que el lado rebelde gane la batalla por descubrir lo desconocido. Sin embargo, siguiendo con las paradojas, esas nuevas aventuras no sólo repercutirán en ti, sino en toda esa pequeña gran familia que podrá conocer historias desconocidas, que de alguna manera pueden ayudarlos en algunos momentos determinados.
Por todo ello, a pesar del miedo existente, parece que el deseo por llegar a nuestro objetivo australiano, se imponga. Sin embargo aún queda bastante para ello, pues la lejanía hace que las escalas aéreas sean inevitables. Pero debemos ponerle buena cara, pues las 2 escalas que haremos nos ayudarán a comprender el objetivo esencial de nuestra visita a Australia: descubrir el Pacífico hispánico.
Me alegro de que tu lado rebelde gane la batalla!!Animo en tu aventura! Te sigo leyendoo!!
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